Racismo
«La política exterior del Estado racista tiene que asegurar a la raza que abarca ese Estado los medios de subsistencia, estableciendo una relación natural, vital y sana, entre el aumento de su población y la extensión y la calidad del suelo que habita.
Sólo un territorio suficientemente amplio puede garantizar a un pueblo la libertad de su vida (…).
Hacía siglos que Rusia se había mantenido gracias al núcleo germánico de sus esferas superiores, núcleo del cual se puede decir que hoy está exterminado completamente.
En su lugar se ha puesto el judío; pero así como es imposible que el pueblo ruso sacuda por sí solo el yugo israelita, no es menos imposible que los judíos logren sostener, a la larga, bajo su poder, el gigantesco organismo ruso.
El judío mismo no es elemento de organización, sino fermento de descomposición. El coloso del Este está maduro para el derrumbamiento. Y el fin de la dominación judaica en Rusia será al mismo tiempo el fin de Rusia como Estado.
Estamos predestinados a ser testigos de una catástrofe que constituirá la prueba más formidable para la verdad de nuestra teoría racista.»
Hitler: Mi lucha, 1924.
Leyes de Nuremberg del 1 5 de septiembre de 193 5
Se prohíben los matrimonios entre judíos y súbditos de sangre alemana o asimilada.
Se prohíben las relaciones extramatrimoniales entre judíos y súbditos de sangre alemana o asimilada.
Se prohíbe que los judíos contraten a empleadas de hogar de sangre alemana o asimilada, mayores de cuarenta y cinco años.
Se prohíbe a los judíos enarbolar o engalanar con los colores alemanes nacionales. En cambio pueden hacerlo con los colores judíos; el ejercicio de este derecho está garantizado por el Estado.
E.R. Tannenbaum: La experiencia fascista. Sociedad y cultura fascistas.
Invocaciones de los niños en las comidas.
Antes de la comida:
«¡Fürher, mi Fürher, concedido a mí por el Señor!, ¡Protégeme y resguárdame mientras viva!
Tú has salvado a Alemania de la más profunda aflicción. Hoy te doy gracias por mi pan cotidiano.
Estate mucho tiempo junto a mí, no me desampares. ¡Fürher, mi Führer, mi fe y mi luz!. Heil, mein Fürher.»
Después de la comida:
«Gracias a ti por esta generosa comida. ¡Protector de la juventud y de los ancianos! Sé que tiene desvelos, pero no inquietudes. Estoy contigo día y noche, descansa tu cabeza en mi regazo. ¡Ten, mi Fürher, la seguridad de que eres grande!
¡Heil, mein Fürher!»
El Estado racista según Hitler
«El Estado no es un fin en sí mismo sino un medio. El Estado condiciona el desarrollo de una civilización humana superior, pero no es la causa directa. Aquélla reside esencialmente en la existencia de una raza apta para la civilización.
Nosotros los nacional-socialistas debemos establecer una distinción bien marcada entre el Estado, que es el continente, y la raza, que es el contenido. El continente no tiene razón de ser si no es capaz de conservar y de preservar su contenido. También el fin supremo del Estado racista debe ser el asegurar la conservación de los representantes de la raza primitiva, creadora de la civilización que hace la belleza y el valor de una humanidad superior.El Estado racista habrá cumplido su papel supremo de formador y educador cuando haya grabado en el corazón de la juventud que le ha sido confiada, el espíritu y el sentimiento de la raza. Es preciso que ni un solo muchacho o muchacha pueda dejar la escuela sin estar plenamente instruido de la pureza de la sangre (…).
Juzgamos que hasta hoy la civilización humana, todas las realizaciones del arte, de la ciencia, y la técnica, son casi exclusivamente frutos del genio creador del Ario. Lo que permite recíprocamente concluir que es el único fundador de una humanidad superior y por consiguiente representa el prototipo de lo que entendemos por la palabra “hombre” (…).
La existencia de tipos humanos inferiores ha sido siempre una condición previa esencial para la formación de civilizaciones superiores(…). El (judío), en lo que concierne a la civilizaci6n, contamina el arte y la literatura, envilece los sentimientos naturales, oscurece todos los conceptos de belleza, de dignidad.
Doctrina del fascismo italiano
«El fascismo quiere al hombre activo y entregado con todas sus energías a la acción; le quiere varonilmente consciente de las dificultades con que ha de tropezar, y dispuesto a enfrentarse con ellas; concibe la vida como una lucha, persuadido de que al hombre incumbe conquistar una vida que sea verdaderamente digna de él, creando ante todo en su persona el instrumento (físico, moral, intelectual) necesario para construirla. Y esto rige no sólo para el individuo, sino también para la nación y para la humanidad.
De aquí el gran valor de la cultura en todas sus formas (arte, religión, ciencia) y la importancia grandísima de la educación. De aquí también el valor esencial del trabajo, con el cual el hombre vence a la naturaleza y plasma el mundo humano.»
Benito Mussolini: Doctrina del fascismo, 1932.)
.Manifiesto antibolchevique
Todo bolchevique es enemigo de Italia
Es bolchevique:
Cualquiera que aspire al advenimiento de la dictadura soviético-comunista, que es la disgregadora de las nacionalidades y de las razas y la realizadora del odio de casta acumulado en el transcurso de los siglos; la forja de la mayor injusticia humana tragigrotesca; la anulación de todo ideal social; la resurrección de la, servidumbre de las inteligencias y la restauración de métodos punitivos bárbaros que prohíben la libertad, la vida y el pensamiento.
Es Bolchevique:
Cualquiera que disminuya la victoria y la grandeza de Italia mediante desconfianza irónica, la burla, el pesimismo; con las palabras, los actos, los escritos.
Cualquiera que se emplee por todos los medios para retrasar el inevitable renacimiento italiano en la industria, el comercio, las artes.
Cualquiera que sabotee las energías de resistencia de los ciudadanos.
Cualquiera que les haga padecer hambre por afán de lucro y porque goza de impunidad.
Cualquiera que, sin tener aptitudes para ello, asume la responsabilidad de ocupar altos cargos en el funcionamiento de la máquina estatal.
Cualquiera que se alegre de toda trasgresión de los derechos y de las aspiraciones de la nación.
Cualquiera que, siendo miembro de todo poder establecido, no se inspire en la libertad y no la respete en los demás.
Cualquiera que, guiado por sus intereses personales, atente, deformándolo, contra el pensamiento de los apóstoles de cada sociedad.
Cualquiera que desconozca sistemáticamente los poderes intelectuales de quienes colaboran en el rejuvenecimiento de la cultura y de las tradiciones menoscabadas.
Cualquiera que no exalte, anime y sostenga por todos los medios los descubrimientos estéticos y científicos.
Cualquiera que se alegre de su fosilización y de la de los demás en prejuicios e ideas inadaptadas a nuestra época, que arde en fiebre de alcanzar el porvenir.
Cualquiera que niegue a las masas evolucionadas la sanción de las aspiraciones polítíco-socioeconómicas adecuadas para proporcionar esa independencia de juicio y de movimiento que permitiría desarrollar su deseo de un porvenir mas digno.
Es bolchevique:
Cualquiera que renuncie a los derechos y aspiraciones de las mayorías.
Cualquiera que forme parte de pandillas y “camorras”, funestas para el desarrollo de la nación.
Cualquiera que se obstine, contra los votos de desconfianza de la nación en querer manipular los poderes del Estado.
Es bolchevique:
Cualquiera que no vea en el trabajo interrumpido y en la superproducción industrial, la sola y única fuerza viva redentora de Italia.
Llevaremos a cavo una lucha sin tregua contra todos los Bolcheviques.
París, Orígenes del Fascismo “I Nemici d’Italia. Settimanale antibolscevico” (Milán), Núm. 1, 10 de Agosto de 1919, p.1