*.- a) El crecimiento de la población europea provocó en muchos países una fuerte presión demográfica, que no tuvo otra salida que el intento de muchas familias de iniciar una nueva vida en otros continentes.
Cuarenta millones de europeos abandonaron sus patrias desde comienzos del siglo XIX hasta 1930, plazo que podría reducirse a 1850-1914; se trata de las migraciones más intensas de la historia.
En los años 80 se alcanzó la cifra de medio millón anual, en 1887 se llegó a los ochocientos mil; fue un proceso cada vez más acusado, en el que incidió el progreso del transporte (los barcos de vapor y el que América se convierte en nombre de fortunas rápidas.
Este flujo migratorio fue estimulado también por los países de recepción, cuyas rutas estaban determinadas en gran parte por la identidad lingüística de las naciones de emigración e inmigración.
*.- b) Los factores económicos: en otros continentes encuentran Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, campos de inversión para sus capitales; construyen la red de ferrocarriles, modernizan las instalaciones de los puertos, efectúan préstamos a los gobiernos que carecen de fondos para iniciar el desarrollo; son los aspectos financieros de la expansión (expansión colonial y proteccionismo suelen aparecer juntos).
*.- La búsqueda de materias primas para la industria contribuyó a la aparición de europeos en minas y plantaciones.
Los belgas encuentran en el Congo enormes riquezas mineras, los franceses se abastecen de seda en el Extremo Oriente tras la ruina de su sericicultura a mediados de siglo, los ingleses buscan algodón egipcio, especialmente precioso durante el “hambre de algodón provocada por la Guerra de Secesión norteamericana, los holandeses hacen de Insulindia un imperio de industrias de extracción.
*.- c) Los factores políticos, de prestigio, son muy claros en la expansión francesa, inspirada por el deseo de olvidar la vergüenza de la derrota de 1870.
Las preocupaciones estratégicas determinan las líneas marítimas del Imperio Británico y están siempre presentes en el reparto de Africa.
Para España la derrota del 98 señaló el inicio de una mayor preocupación por Africa.
La navegación a vapor exigía disponer alrededor del mundo de depósitos de carbón donde pudieran avituallarse las flotas.
Política y estrategia se dieron la mano. Un Imperio era una red de comunicaciones con múltiples bases de apoyo, cada conquista exigía una conquista nueva; en ocasiones eran los colonos los que reclamaban la continuación de la actividad colonizadora: los de Nueva Zelanda presionaron sobre Londres para la adquisición de las islas vecinas, los franceses de Argelia inducen a la conquista del Sur de Marruecos.
*.- d) Las razones ideológicas:
*.- Gran Bretaña habla de su misión civilizadora.
*.- Italia recuerda nostálgicamente el Imperio Romano.
*.- España, el Siglo de Oro.
*.- Los misioneros católicos y protestantes se sienten llamados por la urgencia de la evangelización de los pueblos atrasados; escritores e intelectuales hablan de la misión civilizadora de los blancos, que llevan a otros continentes su instrucción, su higiene, la mejora del nivel de vida, la matemática europea, el estilo de la arquitectura, la ingeniería y los hospitales europeos.
*.- Los grupos de presión son numerosos: sociedades geográficas en Francia, Italia y España; sociedades misioneras, utilizadas por Leopoldo II en la exploración del Congo; asociaciones coloniales.
Las resistencias también lo son: oposiciones locales, movimientos nacionalistas, quejas por los abusos coloniales, ascenso de los partidos socialistas que consideran la colonización un despojo. Pero la superioridad técnica y militar de las potencias acelera un proceso que parece irreversible.
El Imperio Inglés:
Inglaterra se anticipó a las restantes potencias en la toma de posiciones; después de la desaparición del primer Imperio colonial francés y de la emancipación de la América española permanece como el único imperio colonial europeo.
Hacia 1850, disponía:
*.- De una cadena de escalas, conquistadas en su mayoría a franceses, holandeses y españoles durante los siglos XVIII y XIX: Malta, Corfú y las islas Jónicas en el Mediterráneo; Gibraltar, Santa Elena, El Cabo, isla Mauricio, Adén, Ceilán, en la ruta de las Indias; Singapur y Hong Kong en la ruta de China.
*.- Establecimientos comerciales en la costa africana: Sierra Leona y Gambia, que en el siglo XVIII habían sido centros de la trata de esclavos, ahora abolida.
*.- Colonias de plantación, que suministraban productos tropicales: Antillas, Honduras, Guayana.
*.- Colonias de poblamiento blanco, destinadas por sus condiciones climáticas, a absorber excedentes de población emigrante: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, África del Sur, zona esta última inestable, de continuos conflictos con los boers.
*.- Una colonia de explotación típica, la India, administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales, y que jugó un papel creciente en la economía británica, especialmente como proveedora de algodón.
Inglaterra se afanó en controlar sus accesos, por esta razón ordenó Disraeli en 1875 la compra de 176.000 acciones del canal de Suez, y en aislarla de otras colonias europeas con Estados tapones, como los protectorados de Cachemira, Beluchistán y Afganistán. La India es, por tanto, el eje del Imperio.
A principios del siglo XX, Inglaterra disponía de un Imperio de 33 millones de km2 con 450 millones de habitantes , aproximadamente la cuarta parte de la población mundial.
Los problemas de tan vastos territorios llegan a ser un peso para sus finanzas y debilitan su posición internacional en Europa.
Es el momento de poner fin a la expansión y de frenar a Alemania, para lo cual rompe su tradicional aislamiento y se aproxima diplomáticamente a Francia y Rusia.
En este Imperio, base de la potencia económica inglesa, pueden distinguirse dos tipos de territorios: los “dominios” y las “colonias de explotación”.
Los dominios eran zonas de poblamiento, es decir, las preferidas para instalarse de modo definitivo los emigrados de Inglaterra. Disfrutaban de amplia autonomía y tenían instituciones de gobierno semejantes a las inglesas: Parlamento, partidos políticos.
Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudatricana, pertenecen a este grupo. En Canadá se trataba de retener a los inmigrantes que se proponían pasar a Estados Unidos; para ello se distribuyeron tierras gratuitas o a bajo precio. La pradera canadiense se convirtió en uno de los graneros del mundo.
En Australia se procuró evitar la inmigración amarilla; en sus inmensos espacios desiertos empezaron a aparecer granjas; el descubrimiento de minas de oro, las posibilidades de explotación de los rebaños de ovejas y de dar otra vez popularidad en Inglaterra a los tejidos de lana, atrajeron a hombres de la metrópoli.
Eran casi totalmente libres en política interior; sólo un gobernador general representaba al rey de Inglaterra. La política exterior estaba controlada por la metrópoli, pero ésta trataba de armonizar los intereses de estos territorios con los propios, por medio de las Conferencias Imperiales, que reunían al primer ministro inglés y a los de los distintos “dominios”. La estructura del Imperio era, prácticamente, federal.
En la historia del Imperio Británico Africa del Sur supuso un capítulo complicado. Los descubrimientos mineros de diamantes y oro atrajeron a los ingleses desde sus posiciones costeras en El Cabo y Natal hacia el interior, donde viven negros en las zonas más pobres, y blancos boers, descendientes de holandeses, en Orange y Transvaal; los boers son agricultores puritanos, hostiles al capitalismo industrial.
Los ingleses les bloquean al anexionarse Basutolandia y Swazilandia alrededor de 1880
Disraeli proclama la incorporación de los Estados boers, pero una revuelta obliga a los británicos a abandonarlos.
El cerco lo completó Cecil Rhodes, que soñaba con una África británica “desde el Cabo al Cairo’, al conquistar Bechuanalandia y Rodesia.
La guerra de los boers duró tres años (1899-1902). Con la paz de Pretoria pierden su independencia pero conservan su lengua y obtienen promesas de cierta autonomía.
Las colonias de explotación, la India, Africa (excepto la Unión Sudafricana), suministraban materias primas y carecen de la autonomía política de los dominios.
La India, con sus casi cinco millones de km2 y sus 300 millones de habitantes, es la más importante.
Desde mediados de siglo se sustituye la administración de la Compañía de las Indias por la directa de la metrópoli. Suministra a Gran Bretaña algodón, yute, trigo, aceites, té y algunos minerales, pero las hambres y la ruina del artesanado indígena provocan un movimiento nacionalista, del que es exponente la revuelta de los cipayos en 1859, que tardó dos años en ser dominada, en el Sur de la India.
En 1877 la reina Victoria es proclamada emperatriz de las Indias. En 1885 nace un partido político nacionalista, el Congreso Nacional Indio, que solícita la conversión en dominio, tomando como modelo a Canadá. Inglaterra se resistió a aflojar el control de un territorio cuya economía suponía tanto para su industria, pero concedió a jefes indígenas la administración local contribuyendo a la prosperidad comercial de ciudades, como Bombay y Calcuta.
América se emancipa y Asia presenta zonas de colonización bien delimitadas —los ingleses en el Sur, los franceses en el Sudeste—, África es en el siglo XIX el continente en el que confluyen, de forma confusa, las apetencias de todas las potencias colonizadoras; es el continente del reparto, no exento de tensiones y choques.
En África confluyeron ingleses y franceses, superpotencias del imperialismo, pero también belgas, alemanes, italianos, portugueses y españoles.
*.- En 1880 era un continente desconocido, en el que los europeos ocupaban únicamente una serie de posiciones costeras;
*.- en 1914 está totalmente repartido entre las potencias europeas y sólo subsisten dos Estados independientes: Liberia y Etiopía.
En la complicada historia del reparto hay algunas líneas maestras:
*.- Ocupación inicial de la costa. Desde las posiciones costeras se penetró hacia el interior. El objetivo ideal sería alcanzar la costa opuesta y formar un imperio continuo, ambición que sólo estuvo a punto de conseguir Inglaterra.
*.- Aspecto legal. ¿Es el descubrimiento o la ocupación efectiva la que otorga derecho de explotar un territorio? La conferencia de Berlín de 1885 se inclinó por la ocupación, lo que aceleró el ritmo de la colonización y la aparición apresurada en el mapa africano de los paises que todavía no habían iniciado la formación de un Imperio.
*.- Penetración por los valles de los ríos. Con la ocupación del valle se consideraba que se tenía derecho a la ocupación de la cuenca entera y a la formación de una colonia sobre ella. Es el caso del Nilo, del Niger y del Congo.
*.- La ocupación es paulatina, casi lenta. Al principio no se piensa en colonias, sino en factorías, en bases costeras de aprovechamiento. La doctrina imperialista es tardía, empírica, se forma tras la ocupación real de las primeras colonias.
*.- La clave de la ocupación africana está en Egipto y en el valle del Nilo. Aunque hubo problemas complicados, como el del Congo, la base de todos los planteamientos es la defensa inglesa del valle del Nilo y el intento francés de llegar a él. En general, todos quieren llegar al Ni lo, tanto si parten del Atlántico como del Indico.
La complejidad del reparto de África quedó reflejada en el Acta de la Conferencia de Berlín, en la que se habla de territorios, pero también de la libertad de comercio en la cuenca del Congo y de navegación en el Níger, así como la protección a los indígenas, y a viajeros y misioneros en el ejercicio de su actividad.
*.- La costa mediterránea parece ser una zona reservada a Francia hasta la aparición de los ingleses en Suez. Los franceses habían iniciado la ocupación de la costa argelina en 1830, bajo Carlos X.
Va a ser una colonia de poblamiento europeo: en 1870 viven en Argelia 250.000 franceses y en 1914 ya 800.000.
Sobre Túnez se volcaban las apetencias francesas, inglesas —tras la construcción del canal de Suez— y alemanas. Son los franceses los que consiguen instalar una especie de protectorado.
La doctrina del protectorado tarda en elaborarse; por el Tratado del Bardo (1881) se establece una ocupación militar temporal; en la convención de La Marsa (1883) se habla de tutela, con la que se priva al protegido de autogobierno.
*.- Suez y el valle del Nilo. La presencia de los ingleses en Suez se produce cuando, en 1878, Egipto no puede pagar los intereses de las acciones inglesas y francesas del Canal y se ve obligado a confiar la gestión de sus finanzas a las dos potencias europeas. Un movimiento nacionalista provoca una matanza de europeos en Alejandría: es el momento esperado por los ingleses para ordenar el desembarco de Wolseley y la ocupación militar del país, con la ficción del mantenimiento de la administración egipcia. Los ataques de los sudaneses obligaron posteriormente a los ingleses a avanzar hacia el Sur, a lo largo del valle del Nilo
*.- Vías de penetración en la costa occidental: en la costa occidental tres grandes ríos señalan la penetración de tres países: por el Congo se expansionan los belgas, que heredan los derechos de la sociedad internacional —presidida por el rey Leopoldo II— que ha explorado la zona; los franceses remontan el Senegal, por medio de Faidherbe; los ingleses el Níger, dirigidos por Goldie. Las cuencas del Senegal y el Níger no plantean problemas.
La complejidad de la colonización en el Congo provocó la convocatoria del Congreso de Berlín (1885), en el que se determinó la existencia de un Estado libre del Congo —en realidad controlado por los belgas—, se delimitó la zona francesa, en la orilla derecha, y se dibujó otra zona que quedarría bajo control internacional.
Italia y Alemania intentaron también consolidar su presencia en el Continente Africano.
Reparto consumado
África ha sido ya totalmente repartida:
*.- Los ingleses dominan el valle del Nilo con su algodón y el Sur del continente con su oro y diamantes, dos zonas que tienen además el valor estratégico de apoyos en las dos rutas de la India.
*.- Francia ha constituído un imperio sólido en la zona occidental.
*.- Los belgas han podido reservarse una colonia de inmensas riquezas.
*.- Los portugueses se han establecido en Angola y Mozambique, pero no han podido unirlas por rutas terrestres, por la presencia inglesa en Rhodesia.