Terminada la I Guerra Mundial parecía que los regímenes democráticos se habían extendido por un buen número de países en la Europa Central y Oriental.
La democracia, sin embargo, sufrirá el empuje de Regímenes totalitarios de partido único (comunistas, fascistas o nazis) y en los países de la Europa Central, Oriental y Meridional los regímenes democráticos son fueron sustituidos regímenes dictatoriales y totalitarios y la consolidación de éstos supondrá su enfrentamiento los regímenes democráticos que producirá el estallido de la II Guerra Mundial.
Los países de tradición democrática, también entraron en crisis debido a sus graves problemas económicos y en ellos se fueron instaurando partidos y movimientos de corte totalitario (comunistas y fascistas).
Tras la guerra, la Democracia como forma de gobierno entró en una crisis, acentuada y prolongada hasta el estallido de la II Guerra Mundial y por los problemas económicos derivados de la crisis financiera de1929.
Frente a la democracia, como opción política, aparecen dos nuevas formas de gobierno: el comunismo y el fascismo. En estos regímenes totalitarios desaparece el pluripartidismo (sustituido por regímenes de partido único, crece en ellos la importancia del Estado y el poder de Gobiernos fuertes (de carácter dictatorial.
En 1917 triunfó en Rusia, por primera, vez una revolución marxista, el país salió de la I Guerra Mundial y, tras una guerra civil, se consolidó un poder comunista.
Desde Rusia se organizará una Internacional Comunista que pretendió la extensión de su revolución por el resto de Europa.
En el sur de Europa, en Italia, en 1922 Benito Mussolini se hizo con el poder y se instauró una Dictadura de signo opuesto a la revolución comunista: el fascismo; su ejemplo fue seguido en mayor o menor grado por algunos países del Sur y Este de Europa y en los países occidentales surgieron partidos de corte fascista.
En las democracias de la Europa Occidental, durante la guerra adquirió gran peso el poder Ejecutivo frente al legislativo ante la necesidad de un poder fuerte que dirigiera la contienda. Tras la guerra se intentó volver al tradicional equilibrio de poderes; en numerosos países se siguió planteando la necesidad de un Poder Ejecutivo fuerte que hiciera posible la resolución de los problemas económicos de la posguerra.
En estos países, después la I Guerra Mundial. Se identificó el sistema económico liberal con la forma política de la democracia, de esa manera, cuando la economía se deterioró progresivamente se identificó al sistema político liberal como agravante de la Crisis, favoreciendo la aparición de partidos de corte fascista o el ascenso de los partidos comunistas.
Estos dos movimientos, aunque contrapuestos, coincidían en criticar y condenar la democracia, amenazando la estabilidad del funcionamiento democrático en el seno de estos países con larga tradición democrática.
Por un lado, el ascenso de partidos fascistas, propugnan la supresión de los Parlamentos, exigen Gobiernos fuertes, defienden un nacionalismo exacerbado y la intolerancia para acabar con los comunistas que los consideran como la principal amenaza del sistema.
Por otro la consolidación de los partidos comunistas, instigados por Rusia, pretendían la conquista del poder político a través de la revolución, como único camino de resolver los problemas originados por el capitalismo y también el medio necesario para frenar el ascenso del fascismo.
Tras la crisis económica de 1929, los Gobiernos de la Europa del Norte y del Oeste, además, intentaron frenar el ascenso de los partidos obreros con políticas sociales acertadas e integrando en el juego democrático a socialistas y movimientos obreros moderados.
En el Sur y Este los distintos países fueron deslizándose hacia formas de gobierno dictatoriales de corte más o menos fascista.
Crisis en los países de tradición democrática.
1. Francia (1919-1939).
Francia , el país más dañado por la I Guerra Mundial, estaba totalmente debilitado a pesar de haber recuperado Alsacia y Lorena.
*.- El Bloque Nacional y la reconstrucción económica (1919-1924).
Desde 1919 gobernó en Francia una coalición de partidos de partidos republicanos, radicales y derecha. Esta Coalición intentó resolver los problemas económicos mediante préstamos que podría amortizar con las indemnizaciones que debía recibir de Alemania.
Cuando en 1923 los alemanes no pudieron pagar su cuota anual de indemnización, debido a la crisis económica, Poincaré, Jefe de Gobierno, no dudó en ocupar el valle del Ruhr alemán, rico en carbón, para cobrarse la deuda.
En este momento se produjo en Francia la escisión de los comunistas que, partidarios de la conquista del poder político por el proletariado, se separaronn de los partidarios de colaborar con el poder burgués (socialistas). En los sindicatos se produjo la misma separación.
El fracaso de la política económica así como la subida de los impuestos en un 20% supuso la caída del Gobierno.
*.- El Gobierno de la izquierda (1924-1926).
En mayo de 1924 la coalición de radicales y socialistas venció en las elecciones y se formó un Gobierno presidido por E. Herriot que promovió una política laica y anticlerical.
Desde el punto de vista económico la situación se agravó: deuda, inflación, paro, devaluación del franco... Esto produjo la salida de los Radicales y que los Socialistas quedaran en minoría y se tuvieron que convocar de nuevo elecciones.
*.- El gobierno de la Unión Nacional (1926-1935).
Los Radicales y los Moderados formaron una coalición de Gobierno que, presidida por Poincaré, que adoptó una serie de medidas para estabilizar la moneda y sanear la economía:
• Equilibrio del presupuesto: recortando el gasto público y subiendo los impuestos.
• Amortización de la deuda exterior.
• Política de estabilidad para el franco, devaluado en un 25% en relación al valor que tenía en 1914.
Estos esfuerzos económicos lograron una cierta prosperidad general del 26 al 30 y la expansión de la industria francesa.
Los efectos de la crisis del 29 produjeron la inestabilidad política del 1931 al 1936 con numerosos Gobiernos de poca duración; el descontento generalizado provocó un aumento de los partidarios de grupos fascistas que pretendieron un golpe de fuerza, fracasado por no ser apoyado por el Ejército.
Tal circunstancia supuso la unión de los grupos de izquierda.
*.- El Frente Popular (1936- 1938).
Los partidos de izquierda se unieron para formar un bloque antifascista que venció en las elecciones de 1936. Para que se unieran electoralmente comunistas y socialistas fue determinante la decisión de la Internacional Comunista de favorecer en toda Europa alianzas de izquierdas(Frentes Populares) para frenar el ascenso de partidos de corte fascista.
El Gobierno, presidido por el socialista León Blum, realizó una gran labor social al aunar a sindicatos y obreros, se puso fin a las huelgas, a cambio subieron los salarios y se estableció una semana laboral de 40 horas.
A partir de 1937 aparecieron signos de crisis en la coalición, entre ellos la distinta postura de los dos partidos principales con respecto a la Guerra Civil española, los comunistas eran partidarios de la intervención y los socialistas de la no intervención.
A partir de 1938 los republicanos radicales salieron de la coalición y se aliaron con la derecha para gobernar. Con estos gobiernos se inició una política de rearme como contestación a lo que estaba pasando en Alemania.
2. Gran Bretaña (1918-1939).
En Gran Bretaña fueron muy graves los efectos de la Guerra: con subida de los precios frente a la congelación de los salarios lo que generó un clima social tenso.
En lo político el mundo de la posguerra era totalmente distinto al de antes de la guerra y los partidos tradicionales (Liberal y Conservador) tuvieron que adaptarse y sufrir la competencia de un nuevo partido el Laborista, que llegó al poder por primera vez en 1924.
El peso de las mujeres hizo que fuese aprobado el sufragio universal en 1918.
Gran Bretaña: tuvo que enfrentarse a tres graves problemas;
a) Las dificultades de la economía británica.
Gran Bretaña no volvió a ser el máximo productor industrial del mundo (a pesar de no tener ya la competencia alemana), ya que sus mercados tradicionales fueron conquistados por Estados Unidos, Japón y otros países en menor media...
La libra esterlina perdió peso y pode; recuperarlos fue la mayor aspiración del Gobierno conservador de Baldwin que estuvo en el poder de 1924 a 1929.
La moneda se fortaleció pero ello supuso un problema sus exportaciones que cayeron un 20%.
Además la Industria inglesa había quedado anticuada y el índice de paro era un problema alarmante.
Los problemas monetarios y el aumento de la jornada laboral en las minas de carbón desencadenaron una huelga general en mayo de 1926, convocada por las Trade Unions.
En este enfrentamiento, frente a los obreros, ganó el Gobierno que restringió el derecho de huelga y aumentó la jornada laboral. Como contrapartida aprobó, entre otras medidas sociales, pensiones para jubilados y el subsidio de desempleo.
La crisis de 1929 se acusó enseguida en Gran Bretaña e hizo que se hiciera con el poder el Partido Laborista de R. Mac Donald que intentó luchar contra el paro, principal secuela de la crisis, con subsidios de desempleo, y aumentar el poder adquisitivo de los obreros. Esto conllevó un gran desequilibrio en los presupuestos.
Otra crisis financiera en 1931 hizo necesario un Gobierno de Unión Nacional presidido por R. Mac Donald, donde estuvieron representados liberales, conservadores, y laboristas.
La devaluación de la libra supuso el aumento del paro hasta tres millones lo que lo enfrentó a los sindicatos. Las elecciones de 1931 dieron el triunfo a los Conservadores que estuvieron en el poder hasta 1945.
b) El problema de Irlanda.
Desde la ocupación efectiva de la isla por los ingleses en el XVI, Irlanda era tratada como una colonia y aspiraba a su independencia. El nacionalismo irlandés cobró una gran fuerza tras la I Guerr.
Sus enfrentamientos con la policía y el Ejército británico fueron constantes y a veces muy graves (como el domingo sangriento de 1919 en Dublín).
La opinión pública inglesa estaba cada vez más de acuerdo con dar una solución política al conflicto. A nivel internacional los emigrados irlandeses en Estados Unidos presionaban para que Gran Bretaña declarase la independencia de Irlanda.
El 6 de diciembre de 1921 Irlanda obtuvo su independencia al convertirse en Estado Libre. Pero unos cuantos Condados del norte de la isla (el Ulster), de mayoría protestante y partidarios de Gran Bretaña, no se integraron en la nueva República.
La lucha en el Ulster supuso una contínua fuente de conflictos y de enfrentamientos de grupos terroristas católicos partidarios de su integración en Irlanda (I.R.A.) con bandas terroristas protestantes partidarios de mantener su unión con Gran Bretaña.
c) La política con las colonias.
Los antiguos dominios británicos (territorios en otros continentes poblados por colonizadores ingleses) aunque gozaban de una gran autonomía interna, aspiraban a su independencia.
En 1926 fue creada la Commonwealht o Comunidad de naciones pobladas por ingleses, los países miembros de esta asociación tenían un alto grado de autonomía.
Su independencia total se produjo en 1931 con el Estatuto de Westminster (Canadá, Terranova, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda adquirieron su independencia aunque reconocían como jefe de Estado al monarca inglés).
3. Alemania y la República de Weimar.
El 9 de noviembre de 1918 el Kaiser Guillermo II abdicó. Al día siguiente se proclamó la República en el Reichstag (Parlamento alemán), el nuevo Gobierno fue el encargado de firmar la paz y aceptar el Tratado de Versalles.
A la nueva República se le denominó República de Weimar por ser en Weimar, localidad a unos 150 kilómetros de Berlín, donde fue aprobada la Constitución del nuevo Régimen.
Inmediatamente surgieron problemas internos, el más importante la revuelta de los espartaquistas (movimiento revolucionario comunista) que, dirigido por Liebknecht y Rosa Luxemburgo, pretendió implantar un Estado comunista a imitación de la Rusia soviética.
Fue abortado con la creación, por parte del primer ministro Ebert, de los Cuerpos Francos, grupos de excombatientes que violentamente los neutralizaron,.
*.- La institucionalización del nuevo Régimen.
En enero de 1919 se realizaron las primeras elecciones al Reichstag o parlamento alemán, en ellas ningún partido obtuvo la mayoría.
Una coalición de tres partidos (Partido de Centro, el Partido Socialista (S.P.D.) y el Partido Demócrata), con el 76% de los sufragios fue el que se constituyó en Gobierno.
Quedaron fuera de él los extremos: comunistas, populistas (extrema derecha) y el recién nacido Partido Nazi.
La elaboración en Weimar de la nueva Constitución fue elemento clave para la consolidación del nuevo Régimen. El Parlamento estababa integrado por dos Cámaras, el Reichstag o Cámara legislativa y el Reichsrat o Cámara federal.
La nueva Constitución daba un gran poder al Presidente de la República y cuando se produjo el enfrentamiento entre el Presidente y el Parlamento (el Presidente podía gobernar sin contar con el Parlamento) dio lugar en la práctica a la instauración de una “Dictadura legal”.
*.- Las duras condiciones de la paz: de 1919 a 1924.
La I Guerra Mundial tuvo graves consecuencias para Alemania.
El Tratado de Versalles, (llamado por los alemanes “Dictado de Versalles” por ser impuesto al pueblo alemán por los vencedores) hizo que Alemania perdiera una parte importante de sus territorios más ricos y sus colonias, y, además, debía pagar una enorme indemnización de guerra a los vencedores.
La situación económica de Alemania era terrible y cualquier intento de superarla estaba hipotecado por la obligación de pagar una deuda enorme.
En 1923 la situación se hizo dramática, una inflación galopante hizo que el marco alemán se cambiase a 4.200 millones por dólar y los salarios estaban congelados.
Además, en ese año, se produjo la ocupación francesa de la cuenca carbonífera del Ruhr al no poder pagar Alemania la cuota anual de la deuda.
En tales circunstancias humillantes para el pueblo alemán hizo que la situación política se degradase a extremos impensables. Hubo intentos de Golpes de Estado por la extrema izquierda (comunistas en Sajonia) y la extrema derecha (Putsch de la cervecería), un intento fallido de Hitler de hacerse con el poder).
*.- La etapa de consolidación (1924-1929).
Se inició una relativa una recuperación económica y de prosperidad en general (debida, sobre todo, a la devaluación de la moneda y la aparición del rentemark o marco provisional que consiguió una estabilización de la moneda), luego sustituido por la nueva moneda definitiva, el reichsmark.
La fortaleza de la nueva moneda generó la llegada de capitales extranjeros (americanos sobre todo) y una reactivación industrial que se tradujo en la concentración de grandes grupos industriales.
En política se dió un periodo de estabilidad y Hindemburg fue elegido presidente de la República.
*.- La agonía del régimen (1929-1933).
La crisis financiera de 1929 hizo que los americanos retirasen sus capitales invertidos en Europa, pero, sobre todo, en Alemania. Esto significó un duro golpe para la economía alemana: muchas empresas cerraron y los bancos suspendieron pagos.
En una situación de Crisis absoluta (6 millones de parados y de 8 millones de empleados a media jornada), se generalizó el descontento (esta situación fue el caldo de cultivo del ascenso del Partido Nazi).
En las elecciones de septiembre de 1930 se hundieron los partidos que habían gobernado hasta ese momento y se produjo el ascenso de nuevas figuras como Hitler.
En las elecciones a Presidente de la República de 1932 es reelegido Hindenburg (a corta distancia de los resultados obtenidos porHitler).
Ante la inestabilidad política Hindenburg encargó a Hitler la formación de Gobierno el 30 de enero de 1933, los nazis se hacían con el poder.
4. Estados Unidos.
Fue la única nación beneficiada por la Guerra ya que realizó un gran número de préstamos a los países aliados europeos.
La participación en la guerra supuso una excepción en su política de aislamiento. Tras la contienda el Senado americano condenó la política exterior del demócrata Wilson no aprobando las cláusulas del tratado de Versalles y por lo tanto su entrada en la Sociedad de Naciones.
*.- Los felices años veinte.
En el interior las huelgas de 1919 y 1920 evidenciaron la influencia de los sindicatos pero despertaron el temor de las clases medias y la patronal ante el fantasma del anarquismo y el comunismo como amenazas
Esta supuesta amenaza hizo que el Partido Republicano se hiciera con el poder de 1922 a 1929. Esta larga etapa fue un periodo de gran prosperidad (los felices años veinte).
Los republicanos se identificaron con los empresarios y grandes hombres de negocio. Aparecieron también ante la llegada de inmigrantes (un ejemplo: el ku-klux-kan).
La presión ejercida por estos grupos hizo que el Gobierno aprobase leyes que limitaban la inmigración de eslavos y latinos pero no anglosajones.
Destacó también el ascenso de la mujer que ocupará muchos puestos de trabajo.
En esta época se acentuó el puritanismo plasmado en la “Ley seca” que prohibió la fabricación y comercialización de bebidas alcohólicas (aunque la medida posibilitó grandes fortunas con el contrabando de alcohol y fomentó el gángsterismo).
*.- El ascenso del Partido Demócrata tras la crisis de 1929.
La crisis financiera de 1929 fue tremenda y sus consecuencias devastadoras.
Quiebra de fábricas y negocios, aumento del paro, los precios se dispararon y la situación se hizo desesperada para la población.
Para volver a la situación anterior había que tomar medidas adecuadas y en las elecciones de 1932 los americanos dieron su voto mayoritario al Partido Demócrata seducidos por la oratoria de Franklin Delano Roosevelt.
El gran éxito de Roosevelt fue su política de New Deal, término sacado del juego de bridge que significa “nuevo reparto”: medidas económicas y sociales para acabar con los efectos de la crisis como el paro y la falta de poder adquisitivo de gran parte de la población, sus logros fueron tales que se mantuvo en el poder hasta 1944.